Se define como embarazo de alto riesgo a aquellos embarazos en los cuales se producen circunstancias sociales, médica, obstétricas o de otra índole que produzcan una morbi-mortalidad superior a la de la población general.
Por esto es importante identificar precozmente los factores de riesgo para estimar su importancia y disminuir así las consecuencias adversas de los mismos
Factores de riesgo
Son aquellas características o circunstancias identificables que se asocian con un riesgo anormal de poseer, desarrollar o ser especialmente afectado de forma desfavorable por una enfermedad.
Se consideran tres grandes grupos:
Antecedentes sociales: que la paciente viva lejos de los centros de salud, embarazo no controlado, etc.
Antecedentes médicos: patologías crónicas como hipertensión, cardiopatías, diabetes, trombofilias, abortos a repetición, pérdidas fetales en embarazos previos, antecedentes de transplantes, etc., presuponen que el embarazo requerirá mayor control y cuidado médico que un embarazo normal.
Patología del embarazo actual: la aparición de complicaciones durante la gestación pueden convertir a un embarazo de bajo riesgo en uno de alto riesgo. Por ejemplo: pre-eclampsia, amenaza de parto prematuro, diabetes gestacional, restricción del crecimiento intrauterino, etc.
La frecuencia de cada visita y las exploraciones complementarias vendrán determinadas por el tipo de enfermedad y por la severidad de la misma.